Descubrí el arte del

Aikido en Mendoza

Enseñamos el Aikido Aikikai bajo la línea técnica del maestro Christian Tissier

Sumate!

¿Por qué aprender Aikido?

Beneficios

Beneficios físicos

Entrenamiento integral de la persona con énfasis en la coordinación mente/cuerpo, relajación, flexibilidad y fuerza central.

Beneficios mentales

Relajación mental, reducción del estrés, perseverancia, confianza y resiliencia mental.

Autodefensa

Mayor conciencia de uno mismo y de la situación. Autodefensa práctica sin provocar daños ni lesiones duraderas.

¿QUÉ ES EL AIKIDO?

El Aikido es un arte marcial moderno, de origen japonés, desarrollado alrededor de la década de 1920 por Morihei Ueshiba.

La palabra Aikido esta compuesta por tres kanjis o ideogramas japoneses:

合

AI: unión o armonía

気

KI: energía

道

Do: camino

Podemos interpretar entonces que AIKIDO significa el camino de la unión de la energía.

Para quien desconoce el Aikido y las artes marciales en general, le surgen preguntas como:

¿Qué quiere decir camino?

¿Qué es unión de la energía?

¿A caso las artes marciales no se tratan de aprender defensa personal, tirar golpes, hacer palancas, etc.?

El Aikido es un gendai budo o arte marcial moderno, al igual que el Judo o el karate do, sólo por nombrar algunos ejemplos. Lo que hace que el objetivo del aikido sea el del desarrollo interno de la persona a través del arte marcial, es decir que va más allá del aprendizaje de técnicas. Las técnicas entonces son un medio para conectarse con uno mismo y con el otro, es así que surge la "unión de la energía".

Puede resultar confuso el hecho de que a través de una técnica contra un golpe o un agarre busquemos "conectarnos" con el otro. Lo que normalmente hacemos ante una agresión es huir o responder al ataque con otro ataque, lo que quiere decir que no aceptamos la situación. El Aikido nos plantea la idea de que no hay un otro, por lo tanto no luchamos contra un adversario sino contra nosotros mismos. Físicamente estamos separados, es un hecho, pero si cambiamos la perspectiva puede resultarnos más fácil. Si en lugar de ver a un enemigo vemos nuestro reflejo en quien tenemos en frente, nuestros deseos de herir se van a disipar.

Llevando a la practica lo dicho anteriormente, en el Aikido transitamos un camino en búsqueda de la aceptación, de eso se trata, no hay victima ni victimario. El trabajo de uke, literalmente el que acepta, es el más difícil en la practica, ya que como el agua debe adaptarse a todo lo que tori (el que hace la técnica) le propone. Uke debe aprender a amoldarse para no salir herido, más allá del cuidado que pueda tener su compañero. Como en la vida misma, los papeles del ejecutante y el que recibe la técnica se invierten indefinidamente, es decir no siempre cumpliremos la misma tarea. Habrá momentos en lo que dirigiremos y en los que seamos dirigidos. La tarea del aikidoka será la de estar atento al momento presente, acoplándose a lo que ofrece el momento.

Autor: Diego Jeremías Flores